Tras visitar varias veces la ciudad de Bilbao, decidí capturar la experiencia en un video. Mientras pensaba sobre mis experiencias anteriores en la ciudad y planeaba qué grabar, me di cuenta de que la ciudad iba más allá de la arquitectura deconstructivista y los lugares turísticos: los lugares más cotidianos y la gente también representan el encanto del lugar. Es por esto que quise capturar las dos cosas a la hora de grabar.
Con esto en mente cogí un bus y traté de enseñar la belleza en todo: el trayecto, la llegada, los lugares conocidos, etc. Pero, ante todo, intenté capturar el día a día de un ciudadano más.
Todo el video está grabado a 50mm. Escogí esta distancia focal para realzar el concepto del video y transmitir la sensación de naturalidad, manteniendo una perspectiva familiar para el espectador.
